Desde toallitas para secar que se usan para quitar el olor de los zapatos a bebidas energéticas que se consumen en los bares, el consumidor demuestra una y otra vez que el control es una ilusión. Las marcas son de los consumidores, no de las empresas.
Desde hace tiempo veo "la ilusión del control" que sufren las empresas: la sensación de que deben controlar lo que ocurre hasta el mínimo detalle, cuando en realidad casi nada está en sus manos
Con los medios sociales la situación es la misma: parece que si no entras, no habrá conversación, y por lo tanto no habrá comentarios negativos. Pero la gente ya está hablando de tu marca, tanto si te gusta como si no. Mejor participar desde dentro que mirar hacia otro lado y hacerse la ilusión de tenerlo todo bajo control.
Participar, participar y participar, estar dispuesto a oír lo que no queremos, no siempre regalo para los oídos. Aún así la única forma de poder enderezar situaciones puntuales.
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